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Ayuntamiento de Constantina

Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación

Descripción

Situada en el centro histórico de Constantina (Plaza de Llano del Sol), su imponente y bella torre de seis cuerpos y cincuenta metros de altura preside la localidad y es uno de sus monumentos más emblemático y visible desde muy distintos puntos.

Fue construida durante el siglo XV en estilo mudéjar. Es una iglesia de tres naves, con planta de salón cubiertas por bóvedas de aristas sobre arcos apuntados.

A principios de la Guerra Civil, en 1936, fue saqueada e incendiada, lo que provocó la pérdida del retablo del altar mayor, obra de Juan de Oviedo, junto a otros como el de la Virgen del Rosario, el Cristo del Miserere y el Cristo de San José. Posteriormente el templo se restaura totalmente con nuevos retablos e imágenes de culto. La fachada de la epístola se renovaría entre los años 1979 y 1980.

Lo más destacable de este edificio es la torre-fachada, que arranca de la “Puerta del Perdón”, de estilo plateresco español, consiste en un arco de medio punto bajo un entablamento renacentista apoyado en dos columnas estriadas de gusto romano. En el friso aparece la siguiente leyenda ESTA YGLESIA SE COMENÇO AÑO IUDXII CON LAS LIMOSNAS DEL PUEBLO I ACABOSE ESTA PORTADA I CAPILLA AÑO IUDXLVI SIENDO MAYORDOMO EL BACHILLER MATIAS HERNANDEZ VICARIO. En la arquivolta nos encontramos con las figuras de Santiago y Santa Constanza.

El ventanal superior está flanqueado por la imagen de la Virgen (a la izquierda) y la del Arcángel Gabriel (a la derecha) en el momento de la Anunciación. Al lado derecho de la portada, y dando luz a la capilla bautismal,  se abre la original ventana renacentista que, entre otras figuras posee un Ecce Homo, la Fé y la Esperanza. Esta ventana es una de las piezas más bellas de la arquitectura de Constantina.

La torre, situada a los pies de la nave central, con 6 cuerpos decrecientes: dos de ladrillo, tres de cantería, y el último que aloja la veleta, en total mide 50 metros. Su traza se debió al maestro de la catedral de Sevilla, Hernán Ruiz, “El Joven” que se encargó por los mismos años (1560) de la reforma de la Giralda y edificó otros importantes edificios en la capital hispalense y en Córdoba.

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